2013... mi esperanza

Mi balance del 2012 es de todo menos positivo, exceptuando a algunas personitas que ayudaron a que no fuera tan tedioso. El final del curso del máster fue infernal por diversas razones; el verano, unos meses sin pena ni gloria y el otoño e invierno, días sin más... Siento el año que terminó como una aburrida y triste transición que, espero, haya llegado a su fin.

Salvo contadas ocasiones, creo que a lo largo del 2012 me he sentido totalmente falta de ilusiones, esperanzas y emociones positivas, y eso se ha plasmado en un año que no merecerá la pena recordar.

El 2013, año que acaba de comenzar, es mi esperanza de vivir cambios positivos en mi vida, en muchos aspectos de ella. La mayoría de las veces, depende de nosotros mismos que se produzcan cambios, pero, o somos demasiado vagos, o cobardes, o no hay nada ni nadie que nos motive a cambiar, y en el peor de los casos, una mezcla de todo, que creo que sería mi caso. 

Necesito renovarme por dentro y por fuera, lo sé, la pregunta es ¿encontraré las ganas y el valor para hacerlo?

Os deseo a todos lo mejor para este 2013 que estrenamos. Ojalá que sólo traiga alegrías a nuestras vidas.