¿Aceptas los cambios en tus amistades?
El otro día, después de una comida de reencuentros, estuve conversando con una vieja amiga y acabamos reflexionando sobre esto. Conforme pasan los años, me doy más cuenta de que no podemos contentar a todo el mundo. Y ya no hablo de los desconocidos o compañeros de trabajo eventuales, sino de los propios amigos. Es imposible tenerlos a todos felices al mismo tiempo, comprobado por experiencia. A veces hay que hacer verdaderos malabarismos para poder encajar citas y reuniones con todos ellos, y casi siempre sucede lo mismo, llega un momento en que tenemos que elegir si quedar con X o acudir a una cena con Y y Z. Es una pena que en esos momentos no podamos duplicar el tiempo o clonarnos. Al final eliges y X o bienY y Z se sentirán un poco dejados de lado, aunque a lo mejor los veas el fin de semana siguiente. Un caso todavía más radical de esto es cuando las circunstancias de la vida cambian, nuestro entorno académico o laboral, nuestro estado sentimental, nuestro círculo de