Pepito
Cuando dicen que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... es verdad. He tenido en mi casa a "Pepito", mi periquito amarillo fosforito, desde hace más de diez años, y me he quejado cientos de veces de lo mucho que chillaba el jodío cuando nos veía o reclamaba comida, agua o simplemente compañía, y, sin embargo, ahora echo de menos aquellos gorgoritos. Pepito se nos fue hace unos días, y su vacío se ha notado en el ambiente de casa. El primer día no me paré a pensarlo, porque había días que apenas pasaba cerca de su jaula, pero después de una semana de su ausencia, el silencio resultó más significativo. Fue entonces cuando me di cuenta de que faltaba algo en casa, faltaba él. Las aves nunca han sido mis animales de compañía predilectos, me gustan más los perros, pero Pepito ha sido una mascota encantadora, y además yo era su favorita en casa, nunca supe porqué, pero lo era. En cuanto me veía se ponía a cantar como loco para que me acercase a su jaulita, para que le ha